Se ha hecho muy común el término “googlear”, para conocer opiniones acerca de una empresa o persona.
Internet es una comunidad libre y democrática donde cualquiera dice lo que quiera libremente, puede elogiar o criticar, incluso intencionalmente.
Estos datos alteran directamente la reputación online, y muchas veces logran que un sitio o perfil personal, alcance unas buena posición en los buscadores, pero gracias a opiniones negativas.
Solucionar este problema requiere un estudio previo y una estrategia adecuada.
Reputación personal
A medida que se popularizaron la redes sociales, la mayoría de la gente ha subido fotos, ha escrito opiniones y datos indiscriminadamente, sin preocuparse por la seguridad ni la privacidad. Una foto graciosa tomada en una fiesta con excesos de alcohol y comentada en broma por amigos, puede ser fatal si algún si alguien la encuentra cuando busca nuestro perfil profesional.
La búsqueda de contactos profesionales ya no está limitada a Linkedin sino también a Facebook, ya no vale solamente un CV, los responsables de recursos humanos de las empresas, buscan información del candidato por todos los medios en la web, y estos datos son determinantes para que te contraten o no.
Reputación institucional
Algunas empresas suelen tener clientes disconformes, o campañas en contra diseñadas por competidores inescrupulosos, o simplemente el nombre es similar a otro, asociado a malas prácticas comerciales.
Los motivos son muchos para que una marca o empresa, necesite cambiar o mejorar su imagen en Internet
Para eso y necesario un trabajo en conjunto entre el responsable del área de marketing y el social media manager, Es precisamente con la colaboración de éste último, que se debe diseñar una estrategia para dar vuelta una tendencia negativa de la imagen publica en la web.